El Grupo Amigos del Tercer Mundo organiza la XV Cena de la Solidaridad para financiar un nuevo proyecto de desarrollo. Será el día 29 de noviembre en el Restaurante Casa Lorenzo a las 21 horas. En esta ocasión Apoyaremos el funcionamiento de una granja a las afueras de Abidjan (Costa de Marfil), subvencionando la compra de un vehículo para transportar el alimento de los animales. El desarrollo de la misma va a permitir abastecer de carne, a precio asequible, a los niños y niñas del orfanato Betania, situado en el barrio de Gonzagueville.
Este verano, una representación del grupo hemos podido comprobar “in situ” los proyectos que se vienen realizando en Costa de Marfil y Burkina Faso. Y efectivamente, el dinero llega y se transforma en hechos concretos sobre el terreno. Un ejemplo es el pozo de agua que, gracias a la recaudación de la cena del pasado año, se ha podido construir en Burkina Faso.
“La Cena de la Solidaridad” nos permite cada año llegar a los más empobrecidos, ponerles rostro, encontrarnos “cara a cara” con realidades concretas del Sur, ensanchar nuestra mirada y… por justicia, movilizarnos. Este compartir de tantas personas de Villarrobledo que participan, que colaboran…tantos jóvenes voluntarios dispuestos a ser camareros, etc. etc. quiere ser algo más que un hecho puntual o un gesto tranquilizador de conciencias. Es una llamada a la sensibilización y responsabilidad de todos en el reparto de la riqueza y en la globalización de la justicia. Y sobre todo, una llamada a descubrir el compromiso de transformar, en primer lugar, nuestros modos de vida, como consumidores, en un planeta herido por la sobrexplotación.
Más del 80 % de la población mundial son excluidos del bienestar que disfrutamos unos pocos. Las causas que generan pobreza son múltiples y cada vez más complejas. Y por tanto, es necesario conocerlas, formarnos sobre temas de actualidad directamente relacionados, tales como: niveles de desarrollo no sostenibles, publicidad y consumo, objetivos de desarrollo del milenio y compromisos de nuestros gobiernos, plataformas ciudadanas, campañas de sensibilización, ONGs, alternativas solidarias: de comercio justo, consumo responsable, banca ética, etc.
Y en el día a día, podemos descubrir cómo a través de acciones cotidianas, con coherencia, se puede equilibrar la balanza de la injusticia. Porque la tarea es mucha y los objetivos apuntan lejos, nunca agradeceremos bastante la colaboración y la cercanía de todos los que se suman, cada día, a la noble causa de creer en el derecho de todo hombre o mujer, sea de donde sea, a vivir con dignidad y en paz.
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